La constancia es la firmeza y perseverancia del ánimo en las resoluciones y en los propósitos; lo que se traduce en el valor fundamental que nos asiste a lograr resultados concretos.
A lo largo de la vida, para lograr las metas personales y profesionales, es indispensable poseer la habilidad de disponer de las fuerzas intelectuales y emocionales de asumir compromisos, con decisión y firmeza, que permitan actuar sin desfallecer, ante las dificultades y obstáculos.
Todos podemos fortalecer nuestra capacidad de ser perseverantes al ser disciplinados en las acciones tendentes a hacer cumplir nuestros deseos, proyectos o metas. La fuerza de voluntad se ejercita, definiendo con claridad el norte de nuestras acciones, con el propósito y esfuerzo necesarios para terminar las tareas, con actitud positiva, coherente con nuestros valores.
A continuación, consejos que pueden auxiliarnos:
1. El esfuerzo se renueva cada día. No deje sus proyectos, tareas o metas sin concluir.
2. Sea paciente. Alcanzar las metas requiere de tiempo, por lo que la paciencia se convertirá en un aliado eficaz para no desmotivarnos.
3. Domine sus emociones, no se deje llevar por los sentimientos que no han sido filtrados por la razón. La prudencia es la mayor de las virtudes y la que acompaña a los sabios. Si usted logra dominar sus emociones y ejercitarse en la prudencia, no será esclavo de vicios ni habrá dificultad que no pueda sobrepasar.
4. Organice su tiempo. Programe el tiempo de las cosas importantes y relevantes en su vida, no las deje para cuando pueda, sino que planifique el cuándo y donde.
5. Si tiene una tarea o trabajo definido y pendiente por ejecutar, no lo dejes para después. El refrán de no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, refleja una sabiduría que han puesto en práctica los que tienen éxito.
6. Sea honesto y transmita sus ideas con claridad. La gente más admirada es aquella que tiene palabra, las que se expresan con honestidad y claridad. Los líderes no temen a la verdad.