La amabilidad, una habilidad de liderazgo

La amabilidad favorece un ambiente de trabajo armónico y permite evitar el estrés y generar una mayor colaboración en los equipos de trabajo. Es indispensable la amabilidad con los demás, pero también amabilidad con uno mismo, que fomente el liderazgo. La amabilidad y la empatía son características que tienen en común los buenos líderes:

Ser amable, no débil. No debemos confundir la amabilidad con debilidad. Amabilidad representa una manera de ser fuerte porque permite crear lazos positivos con otras personas.

La amabilidad se puede desarrollar. Según Martin Seligman, uno de los padres de la Psicología Positiva, existen 24 fortalezas personales, y una de ellas es la bondad, definida como: generosidad, apoyo, cuidado, compasión, amor altruista, bondad; en definitiva, “hacer favores y buenas acciones para los demás, ayudar y cuidar a otras personas”.

Ser amable no cuesta nada y representa un gana-gana. Debemos promover en nuestras organizaciones, la importancia de dar las gracias, practicar la empatía o cómo efectuar una crítica constructiva.

Promover la tolerancia y la diversidad de pensamiento. Todos tenemos nuestros motivos y razones para pensar y hacer las cosas de determinadas maneras.

El día mundial dedicado a la amabilidad

Desde 1997, cada 13 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Amabilidad, para animar a las personas a tratar a los demás con benevolencia. Este día tiene su origen en los años 60 como respuesta a los altercados violentos entre estudiantes y policías en la Universidad de Tokio; y a partir de 1997 fue promovida por la World Kindness Movement de Tokio con la idea de dedicar un día a la bondad. A lo largo de los años, son cada vez los más países que se unen a esta iniciativa que valora la importancia dar la bondad a nivel mundial. Para más información, siga el siguiente enlace

http://www.theworldkindnessmovement.org/