Corrupción en los Deportes

Ahora que estamos escuchando tanto del caso ODEBRECHT, sus métodos utilizados, las técnicas empleadas y sus patrones de comportamiento, resultaría interesante comparar este esquema de operación con otro escándalo que dejó perpleja a la comunidad deportiva. El caso FIFA, a mi entender, parece estar construido de manera similar, utilizando los mismos patrones, métodos y técnicas de actuación, que valdría la pena resaltar:

Ambos casos sirvieron para poner al descubierto una compleja estructura de corrupción, que operaba a escala internacional, con contactos en todo el mundo y que socavaba las bases de la integridad del sistema, con características tan complejas que ninguna institución, país u organización la podían combatir por su cuenta, por lo que se hacía necesaria la Cooperación Internacional para enfrentarla (Recomendaciones 36-40 GAFI). Ambos casos replicaron en varios países de Latinoamérica, como Brasil, Perú, República Dominicana, entre otros.

Ambos fueron descubiertos por investigaciones periodísticas. El Parlamento Europeo en su Resolución del 11 de junio de 2015, sobre las revelaciones en relación con casos de corrupción de alto nivel en la FIFA, elogia el periodismo de investigación e insta a todas las organizaciones deportivas, en este contexto, a que elaboren un marco regulador eficaz para facilitar la intervención de los denunciantes, protegerlos y garantizar la confidencialidad de las fuentes.

En ambos casos se aprecian los mismos ilícitos penales: soborno, fraude, desfalco, cohecho, tráfico de influencia, prevaricación, enriquecimiento ilícito y no justificado, lavado de activos, etc.; así como también técnicas similares de actuación: uso de empresas pantalla, offshore, paraísos fiscales, profesionales no financieros, testaferros y Personas Expuestas Políticamente (PEP´s).

El caso FIFA sirvió para crear las condiciones necesarias para llevar a cabo una reforma radical en sus prácticas y estructuras, con objeto de mejorar su gobernanza y luchar contra la corrupción en la organización.

El fraude y la corrupción en los deportes no es un fenómeno nuevo. En el año 1915 ocurrió uno de los primeros casos de corrupción y amaño de partidos, en un juego entre Manchester United y Liverpool de la Premier League, una de las 5 ligas importantes de Europa. Luego se supo que el arreglo fue hecho entre los propios jugadores para evitar que la Roja descendiera de división.

Sin embargo, el hecho que trascendió como el mayor caso de amaño de partido en la historia del deporte, ocurrió en la Serie Mundial del 1919. Conocido como el escándalo de los medias negras,  cuando un grupo de jugadores de los Chicago White Sox le vendieron la Serie Mundial de ese año, que disputarían con Cincinnati Reds, al hampa y al bajo mundo. La Ciudad de Chicago de ese entonces, no era la ciudad de Friedman y los chicos de la Escuela de Chicago. Era una ciudad controlada por la mafia y el crimen organizado, dominada por el sicariato, la extorción, chantaje, contrabando, etc.; y encontraban en las apuestas una forma efectiva de blanquear sus capitales.

La Descripción Genérica del Caso, las Señales de Alerta y su Diagrama de Flujo, bien podrían servir para un artículo aparte, que permita identificar algunas técnicas empleadas en aquella época que aún se utilizan en la actualidad. Por ahora resaltar, que a pesar de que en aquel momento no se contaba con los medios de comunicación modernos, la noticia corrió como pólvora, no obstante ser los Chicago White Sox el equipo más poderoso, todas las apuestas corrían hacía Cincinnati Reds, el equipo considerado más débil. Vinieron representantes de las 5 Grandes Familias del crimen organizado de la Ciudad de New York y la cantidad de dinero que se lavó todavía hoy en día es incalculable. Dinero que luego volvió a las calles para cometer más crímenes y completar el ciclo de las etapas del Lavado de Activos.

Al igual que en otros casos de fraude y corrupción, éste también fue descubierto por investigaciones periodísticas. El periodista Hugh Fullerton del Chicago Herald, decidió llevar un registro de las jugadas particularmente cuestionables. Este hecho estremeció la imagen y credibilidad del deporte, en especial del Béisbol, que se había convertido en el pasatiempo nacional. Sin embargo, forzó a los dueños de equipos a la creación de la Oficina del Comisionado del Béisbol de las Grandes Ligas y nombraron como primer comisionado a Kenesaw Mountain Landis, gran jurista estadounidense que había sido juez federal, que con relación al caso proclamó “Independientemente del veredicto del jurado, un jugador que arregle un juego de pelota, un jugador que acometa o se comprometa a arreglar un juego de pelota, un jugador que se sienta en confianza con un montón de apostadores y jugadores corruptos, donde los medios de arreglar un juego se discutan y no acuda con prontitud a denunciar a su club sobre este arreglo, nunca jugará béisbol profesional”.

En Resolución del Parlamento Europeo, marzo 2013, sobre el amaño de partidos y la corrupción en el deporte, se establece que el amaño de partidos es una forma de delincuencia que genera ingresos elevados, mientras que los índices de condena y de detección son extremadamente bajos, por lo que las organizaciones delictivas utilizan el amaño de partidos en el marco de sus actividades ilegales, como el blanqueo de dinero, la trata de seres humanos y el tráfico de drogas.

Al igual que el Fútbol y el Béisbol, otros deportes se han visto envueltos en casos de fraude, como el caso del Tsunami del Tenis en los torneos de los circuitos Challengers y en por lo menos un Abierto, en el Boxeo y otros deportes de combate, Carreras de Caballos, Hockey sobre Hielo y hasta en la Formula Uno. Todos los deportes pueden verse afectados y la integridad del deporte se encuentra amenazada.

En uno de los casos más reciente, ocurrido durante la Copa Mundial de Fútbol, Rusia 2018, se descubrió una organización criminal haciendo apuestas ilegales por Internet, utilizando Nuevas Tecnologías (Recomendación 15 GAFI) como BitCoin y otras CriptoMonedas.

Importantes estudios realizados han identificado que el lavado de activos se puede presentar tanto en los deportes profesionales como en el amateur, con actividades que pueden ser llevadas a cabo en las federaciones y organismos reguladores de la industria deportiva, por ejemplo en las asignaciones de sedes, manejo de fondos, etc. También en la propiedad de los clubes, equipos o los jugadores, en el mercado de pases o de transferencias, en las apuestas, los derechos de imagen y los convenios de sponsoreo o publicidad.

En 2007 la Comisión Europea publicó el Libro Blanco sobre el Deporte (White Paper on Sport), donde por primera vez se abordaban temas relacionados con el deporte de manera integral. Establece que una proporción cada vez mayor del valor económico del deporte está vinculada a los derechos de propiedad intelectual. Estos derechos están relacionados con los derechos de autor, las comunicaciones comerciales, marcas registradas, derechos de imagen y los derechos de los medios de comunicación. En una industria cada vez más global y dinámica, el cumplimiento efectivo de los derechos de propiedad intelectual en el mundo se está convirtiendo en esencial para la salud de la economía del deporte.

El Parlamento Europeo resalta que también constituye un importante sector económico en plena expansión y contribuye en gran medida al crecimiento y al empleo, y que sus efectos en términos de valor añadido y empleo superan las tasas de crecimiento medias. Informes destacan que la industria del deporte en Europa podría representar hasta un 4% del PIB total de Europa, incluyendo instalaciones deportivas, preparación de atletas, turismo deportivo, seguros, salud, etc. Se estima que el valor del mercado del fútbol europeo alcanza €28,4 mil millones. En la temporada, 2017-2018, las 5 ligas principales de Europa generaron €15,6 mil millones en ingresos.

Sin embargo, el deporte también se enfrenta a nuevas amenazas y desafíos, como la presión comercial, la explotación de jóvenes jugadores, el racismo, violencia, corrupción, soborno, chantaje, tráfico de influencias o de estupefacientes (dopaje), delitos impositivos, lavado de dinero, entre otros. Todo lo cual si no se aborda de forma urgente y adecuada, puede seguir socavando la confianza en las instituciones deportivas y amenazando la integridad del deporte en su conjunto.

Se ha establecido, que la transparencia, la rendición de cuentas y la democracia, en otras palabras la buena gobernanza en las organizaciones deportivas, son requisitos previos para que el movimiento deportivo desempeñe un papel satisfactorio en la lucha contra el amaño de partidos, la corrupción y el fraude en el deporte.

Por:       David Elías Melgen,

M.R.E. FIBA AMLCA Casinos y Juegos