La tendencia mundial es que las familias manejen sus patrimonios cada vez menos en modo de piloto automático.
A las family offices en general se les entienden como un método de gestión del patrimonio familiar, o por lo menos así se puede entender desde la óptica comercial. Pero, cuando interactuamos más de cerca con estas familias empresarias, encontramos que es una estructura que conecta la estrategia familia, ejecutando y encargándose de, por un lado, lo que requiere la familia principalmente y, por el otro lado, la parte de gestión del patrimonio que por diferentes razones se debe manejar por fuera de las estructuras empresariales.
En los EE.UU. Existen al menos unos 2.500 family offices; en Europa unas 1.000; Chile y Brasil son los países más adelantados en estos temas en Latinoamérica, seguido por México y Argentina; en Colombia tenemos conocimiento de 10 y en los países de Centroamérica son más activas y funcionan en algunos casos como clúster.
Si bien aparecieron para administrar grandes fortunas hay algunos family offices que tienen una connotación solo comercial enfocada en clientes con capitales de menor cuantía en comparación a los unifamiliares, a los que le prestan varios de los servicios esenciales para este tipo de familias con patrimonios de cierto tamaño.
Las oficinas que administran en forma integral los patrimonios incluyen inversiones financieras, inmobiliarias y empresariales, la fiscalidad, la sucesión, la planificación global y otras tareas más relacionadas con el ámbito familiar.
Son pocos los estudios que se han realizado sobre las oficinas uni-familiares (SFO Single Family Office), aquellas que pertenecen y le prestan sus servicios a una sola familia. Algunas de estas oficinas se centran en la gestión de patrimonios familiares, pero también abordan, implementan y potencian toda la estrategia del consejo familiar y se vuelven, de alguna manera, el brazo operativo de la familia empresarial.
A pesar de que históricamente surgieron en Europa, hoy en día las oficinas familiares se han centrado mucho más en los EE.UU., Posiblemente por las últimas crisis financieras donde los manejos del sistema financiero no han estado a la altura de lo que las familias empresarias necesitan o deben exigir para proteger su patrimonio familiar.
El objetivo principal de estas oficinas es la conservación del capital y prestar servicios especiales a cada uno de los miembros de la familia. En consecuencia, tienen una orientación a largo plazo y se concentran, en un alto porcentaje, en la búsqueda de retornos absolutos, lo que las sitúa “en una posición idónea para invertir en capital privado y capital de riesgo”.
Según un estudio elaborado por una Universidad de Suiza y la Asociación Europea de Capital Riesgo (EVCA), en los países europeos las oficinas de gestión de patrimonios familiares destinan un porcentaje importante de sus activos a inversiones en capital de riesgo. El estudio revela que las family offices se han convertido en parte integrante de la comunidad inversora en Europa y es probable que continúe la tendencia a destinar más recursos a esta categoría de activos, situación que ya se venía dando desde por lo menos tres décadas atrás en los EE.UU.
Se calcula que en Europa existen unas 1.000 family offices que por lo menos invierten activamente estas oficinas se han creado como vehículos para la transmisión de patrimonios dentro de las familias entre las distintas generaciones, ya sean activos monetarios o participaciones en empresas.
Para algunos, la figura de la family office es solo la forma más organizada de solucionar problemas internos de los miembros de la familia. Para otros, las oficinas familiares son el corazón de la familia y el lugar donde se decide invertir los fondos que no están relacionados con los negocios familiares.
En conclusión, las family offices llegaron para quedarse. veremos cómo en algunos casos de manera más pública. Sin embargo, la tendencia mundial es que las familias empresarias manejan sus patrimonios cada vez menos modo de piloto automático, o sea, delegando menos esta tarea a terceros. Por el contrario, las siguientes generaciones se preparan para atender estos retos que se hacen fundamentales en la continuidad de sus legados familiares por varias generaciones.
Por Raúl Serebrenik (*)
(*) Nuestro Guest Blogger para nuestra página WEB de OFAR Abogados es investigador, autor, conferencista, asesor en y gobierno corporativo nos da una guía sobre temas como legado, riqueza y continuidad de las familias empresarias.