En 2004, a los dieciséis años, Cyntoia Brown fue arrestada y sentenciada a cadena perpetua por asesinar a un hombre en defensa propia. Preguntas sobre su pasado, sus circunstancias y sobre la ley misma ponen en duda su culpabilidad.
Llevaba más de una década en prisión, cuando el caso de se hizo conocido, incluso, con un hashtag en Twitter, en que artistas como Rihanna y Lana del Rey, pedían que el estado de Tennessee revisara el fallo de esta joven ad portas de cumplir los 30 años.
Lo que en 2004 fue encontrado un juicio justo, al tiempo se consideró desmesurado, por varias razones. La más importante: una menor de edad explotada sexualmente, y que asesinó a un hombre de 43 años que abusó de ella, era tratada como una prostituta.
Su historia arrastraba abusos sexuales reiterados a su madre y abuela, y tantas adicciones como fueran posible. Su madre por ejemplo, consumió alcohol durante todo el embarazo, lo que causó daño cognitivo.
Por suerte, esta adolescente fue adoptada por una profesora quien la acompañó en todo los procesos y se las jugó por demostrar -al igual que un grupo de abogados e, incluso, su madre biológica- que su hija necesitaba una segunda oportunidad.
Y aunque finalmente quedó en libertad, no fue una tarea fácil porque pasó 15 años presa (hasta 2019), antes que el juez y el gobernador de Tennessee, decidieran que Cyntoia podría tener esa segunda oportunidad, luego de revisar su buena conducta, y el mérito de quien logró culminar una carrera universitaria desde la cárcel.
Después de una batalla legal de más de una década, este caso cambió las duras leyes del estado de Tennessee, porque consideró a la protagonista como una víctima de explotación sexual. Un fallo que impactó no sólo al sistema judicial, sino también los factores que llevaron a que esta niña fuera enjuiciada de esta manera por sus condiciones sociales.
Disponible en Netflix.