Después de aplastar una revuelta zelote liderada por Barrabás, Clavius, un tribuno romano, es enviado por Poncio Pilato para acelerar una crucifixión que ya está en curso, el de un hombre que se proclamó “Rey de los judíos”. Cansado del viaje, de la batalla y de su vida en general, Clavius empieza a notar que esta no es una crucifixión habitual.
Tres días después es designado para investigar los rumores del supuesto Mesías judío resucitado. Pilato le ordena que localice el cuerpo perdido de Yeshua, uno de los hombres crucificados. Al hacerlo, Pilato busca sofocar un inminente levantamiento en Jerusalén antes de que llegue el Emperador.
Al no poder encontrar el cuerpo de Yeshua, Clavius, con el apoyo de su leal ayudante Lucius, intenta localizar e interrogar a los discípulos de Yeshua y a los involucrados en su crucifixión y entierro en busca de pistas sobre su desaparición. Y así, desde una visión investigativa empieza a unir la historia punto por punto.
Esta película que tuvo un presupuesto de aproximadamente 20 millones de dólares tiene todo lo que se necesita para ser una película épica cristiana contemporánea. La actuación de Joseph Fiennes (Shakespeare In Love) como Clavius es tremenda, 100% creíble y se lleva la película. Su interacción con los discípulos de Jesús da un tremendo insight de la hermandad entre ellos y que desemboca en el inicio de su camino por en fe. La transformación del personaje de Clavius de no creyente a cuasi discípulo de Jesús es una digna de ver.
En resumen, es una excelente película para ver esta semana. La historia es narrada como una película, no como una lección de religión haciéndola extremadamente interesante y llevadera porque la narración permite interiorizarse como espectador y emocionarse con todo lo que envolvió el sacrificio que hizo Jesús por la humanidad. Y eso permite que la historia llegue a tu corazón.
Disponible en Netflix.