El amor es un concepto universal con muchas acepciones que van más allá del romance, implica entre otros aspectos, una virtud de bondad y compasión hacia otros.
Las personas envejecientes, así como los niños, han sido consideradas como las que más necesitan de amor, ayuda y comprensión. Y en este contexto, a nivel jurídico, el Estado dominicano, les ha dado especial atención, por su naturaleza vulnerable, estableciendo los derechos que les asisten y deben ser protegidos, así como los deberes de las instituciones, la comunidad y la familia para garantizarles su bienestar.
A tales efectos, en la República Dominicana existen, aunque con gran desconocimiento por parte de la población, la Ley No. 352-98 sobre protección de la Persona Envejeciente, y el Consejo Nacional de la Persona Envejeciente (CONAPE) como entidad rectora para la ejecución de las políticas nacionales sobre los envejecientes, integrada por instituciones estatales y representantes de sectores relacionados con los envejecientes.
En el marco de la ley, envejeciente es toda persona mayor de 65 años de edad, o de menos, que experimente cambios progresivos desde el punto de vista psicológico, biológico, social y material. Y a estas les reconoce entre otros el derecho a la salud, la nutrición, la vivienda digna, la seguridad, el respeto, la dignidad, el bienestar social, el empleo en igualdad de oportunidades, la educación, cultura y recreación. Así como, a permanecer en su núcleo familiar.
Por la existencia del Consejo Nacional de la Persona Envejeciente (CONAPE) para la protección de estos derechos consagrados en la ley, estas personas podrán recibir de esta institución servicios que incluyen los legales y de salud. De igual forma, tienen la posibilidad de optar por un carnet de exoneración que los beneficiará de descuentos en el transporte público, los servicios médicos sanitarios, entradas en las actividades de recreación y entretenimiento, la tasa de interés en los préstamos hipotecarios de vivienda para uso propio, etc. Y por último, pero no menos importante, protección ante infracciones cometidas en su contra, pues el CONAPE está facultado por la ley a imponer sanciones.
Es importante, tomar conciencia de estos derechos de los envejecientes y de las asistencias disponibles en la República Dominicana para proteger a este grupo de personas que tanto amor, cuidado y comprensión merecen.