«Corpus delicti» es la expresión latina que significa «cuerpo del delito». Y no, no es el sobrepeso que queda después de las fiestas de fin de año.
En la antigüedad al tipo penal, comúnmente entendido como la descripción del delito, que señala sus elementos constitutivos sin hacer ninguna valoración, formando un elemento inseparable y previo al de la antijuridicidad y que tiene como función la garantía de la legalidad, se le denominaba «corpus delicti», y era necesario para dictar una sentencia, ya que constituía la justificación y el resultado objetivo del delito cometido.
