El sentido común es la capacidad natural de juzgar los acontecimientos de forma razonable. No es un fin sino una manera de pensar que necesita de una práctica y un estímulo constante. En el mundo empresarial se toman decisiones que requieren de reflexión pensando en las consecuencias.
Decidir sin antes reflexionar, puede desencadenar falta de control sobre la situación. Por eso es necesario desarrollar esta habilidad para ejecutar decisiones en diferentes escenarios de la vida laboral aplicando no solo el conocimiento sino la reflexión previa.
Si al tomar una decisión empresarial utilizamos esa potente herramienta denominada sentido común, y a ella le unimos el valor económico, estaremos aplicando de forma natural la eficacia, la eficiencia y la competitividad, simplificando considerablemente los procesos y la toma de decisiones.
La habilidad del sentido común
El sentido común supone aplicar la lógica sensata, el razonamiento práctico, y la evidencia para resolver los problemas que se plantean en diferentes escenarios. Su manejo pone de relieve la sabiduría práctica, sin sofisticación, pero muy útil para mejorar las relaciones con el cliente “interno y externo” y aumentar la productividad en los negocios.
Las personas que actúan con sentido común, mantienen una mente abierta, con menor resistencia al cambio, resolutiva y práctica, lo que ahorra costos, minimiza problemas y reduce procedimientos.
El entorno en el que nos movemos hace desarrollar o disminuir, de forma notable, la capacidad creativa y el sentido común, ya que cuanto más favorable, rico y tecnológico es dicho entorno, menos necesidad tenemos, de pensar en soluciones sencillas o creativas a los problemas que se nos plantean.
¿Cómo estimular el sentido común?
– Mantén el contacto con la realidad: Deja la mente en blanco y busca el equilibrio en cualquier decisión.
– Entrena tu pensamiento práctico. Busca la opción más sencilla y con mejor resultado.
– Fíate de tu instinto. La mayor manifestación del sentido común, es la intuición.
– Aplica la reflexión. En ella se fundamenta el verdadero sentido común.
– Desarrolla la autoconfianza. Si tú no estás convencido de tus actos, no puedes esperar que los demás confíen en ti.
Tomado de http://www.antesalarrhh.com