Construir empresas y sociedades resilientes: el gran reto de 2020

Ante la contingencia dar continuidad a la rutina diaria que seguíamos se ha convertido en un reto. Los desafíos que vivimos, sumados a la economía mundial debilitada, hacen que la resiliencia –capacidad de adaptación frente a una situación adversa– sea un valor humano clave para la sociedad y para las compañías.

La estrategia que construye una sociedad y empresa resiliente se basa en la gente. Las organizaciones tienen como activo más importante a los empleados quienes en las últimas semanas nos hemos adaptado a nueva modalidad de trabajo.

Como resultado, los colaboradores dentro de las compañías han mostrado la capacidad de reacción necesaria que nos ha llevado a lograr la resiliencia corporativa:

Planeación. Es necesario conocer los recursos con los que contamos, tener un objetivo de negocio claro, permitir que los colaboradores aporten ideas desde distintos ángulos y definir el curso de acción de nuestra compañía a largo plazo. Planear es fundamental para reducir el impacto de los sucesos negativos que puedan presentarse y activar un plan de recuperación para sobreponerse a ellos.

Información. Es imposible responder a una crisis si no sabemos a qué nos enfrentamos. La efectividad de una decisión depende de que todos los colaborares tengan acceso a información precisa y en tiempo real. Asimismo, las empresas deben estar preparadas para comunicarse con sus colaborares, proveedores, clientes y público en general, para conocer y satisfacer sus necesidades.

Organización. Una empresa resiliente está integrada por colaboradores altamente capacitados y experimentados, cuyo trabajo coordinado sustenta la operación diaria. Para que este modelo funcione es preciso contar con un calendario de trabajo que permita dar seguimiento el desarrollo y cumplimiento de tareas, de tal manera que los esfuerzos aislados sean sustituidos por acciones de equipo que alcancen un bien mayor.

Las compañías dependen de que su fuerza de trabajo, y los servicios que ofrecen, estén preparados para enfrentar todo tipo de retos y operar aún en momentos de crisis. Para asegurarnos de que eso suceda es necesario dar continuidad a:

  • Uso de herramientas digitales
  • Servicios de atención al cliente
  • Trabajo colaborativo e interdisciplinario
  • Monitoreo constante de las cadenas de suministro y puntos de venta
  • Políticas de seguridad para la protección de información confidencial

#HagamosEstoJuntos: las compañías más resilientes están formadas por colaborares que se conocen y apoyan entre sí, y que poseen un verdadero sentido de pertenencia. Lo anterior es resultado de una cultura laboral basada en la empatía, la solidaridad y la confianza. Durante momentos de gran adversidad, el nivel de estrés y preocupación de colaboradores, proveedores y clientes tiende a aumentar, para mitigar los efectos negativos, se requiere de tiempo para escucharlos y dar una respuesta.

El objetivo de construir una empresa resiliente obedece a la necesidad de que nuestros colaboradores cuenten con las herramientas necesarias para adaptarse y crecer, con, sin y a pesar de una contingencia.

Si las compañías logran integrar la capacidad de adaptación a su ADN y sus clientes se ven beneficiados en el proceso, sentaremos las bases de una sociedad resiliente, capaz de enfrentar exitosamente cualquier obstáculo en el futuro.

Por: Ana Michelle Concepción, Vicepresidenta y Directora General de Venta Empresarial y Soluciones de Negocio de AT&T en México. Fuente