Introducción
Las empresas familiares son una parte integral de la economía global y juegan un papel crucial en el desarrollo económico de muchos países. Según los artículos de OFAR, las empresas familiares tienen características únicas que las distinguen de otros tipos de empresas.
El papel de las empresas familiares en Japón
Japón tiene el mayor número de empresas familiares longevas en la historia. Estas empresas han jugado un papel fundamental en la reconstrucción del país después de desastres naturales y adversidades. Algunas de estas empresas tienen más de 200 años de existencia y siguen siendo controladas por los descendientes del fundador. Estas empresas aportan casi el 80% de los empleos de tiempo completo en Japón y el promedio de vida de estas empresas es de 52 años, casi el doble del promedio de las empresas en EE. UU. y otros países del mundo.
Balanza entre Familia y Empresa
Las empresas familiares deben equilibrar las exigencias de la familia con los intereses de la empresa. Cuando se da mayor importancia a las exigencias de la empresa, aumentan las posibilidades de un descuido de la comunicación familiar. Por otro lado, si se da mayor importancia a los intereses de la familia, se corre el riesgo de no evaluar adecuadamente el desempeño de los familiares activos en el negocio y podría dar lugar a una mala gestión empresarial.
Factores clave para la continuidad de las empresas familiares
Algunos factores comunes que han permitido la continuidad de las empresas familiares por largos periodos de tiempo incluyen la unidad familiar como factor de cohesión y visión estratégica de largo plazo, la ubicación en sectores donde se prestan servicios o se fabrican productos de “necesidad básica”, el manejo de la herencia en cabeza del primogénito, la adaptabilidad a los cambios del entorno, el compromiso de los miembros de la familia con la empresa y un sistema de gobierno familiar muy robusto y estructurado.
Conclusión
Las empresas familiares son una parte esencial de la economía global y juegan un papel crucial en el desarrollo económico de muchos países. A pesar de los desafíos únicos que enfrentan, como la necesidad de equilibrar las demandas de la familia y la empresa, las empresas familiares han demostrado ser resilientes y capaces de adaptarse a los cambios en el entorno empresarial.