¿La EIRL es para ti?

Las empresas individuales de responsabilidad limitada son muy útiles para los microempresarios que desean poner en marcha su negocio y empezar de forma organizada, actuando en el ámbito civil y comercial con un capital separado de su patrimonio personal.

La ventaja de separar el patrimonio personal del patrimonio del negocio es que permite al emprendedor asumir riesgos inherentes al negocio, sin tener que arriesgar todo su patrimonio. Al incorporar la empresa decide que parte de su patrimonio es que el que destina al negocio y arriesga con él, mientras se reserva personalmente, los bienes que no desea afectar por la actividad comercial que pone en marcha.

En adición, las EIRL son la opción que tienen las personas para iniciar una actividad comercial cuando no tienen socios y emprenden como únicos propietarios de la empresa, eliminando con esta alternativa la necesidad de tener socios de relleno.

Algunas de las características básicas de las EIRL, son:

1. Un solo propietario, el cual debe ser persona física.

2. Libertad para fijar el capital, la ley no impone un mínimo. Todo el capital de la empresa debe ser aportado en efectivo o en bienes, totalmente suscrito y pagado.

3. Requiere de las formalidades de Registro Mercantil y Registro Nacional de Contribuyentes.

4. Sujetas a cumplir con las obligaciones contables y fiscales del país.

5. El propietario puede designar uno o varios Gerentes, así como puede ser Gerente el mismo propietario.

6. Anualmente la empresa debe procurar sus estados auditados y el o los Gerentes emitir un informe de gestión anual.

7. Puede dedicarse a cualquier objeto de lícito comercio, menos aquellos reservados a las sociedades anónimas. Ej: Ofertas Públicas, Bancos, entre otros.

8. Si el propietario fallece, la sucesión indivisa, mediante acuerdo privado, puede nombrar un gerente que administre mientras se agota el proceso sucesoral. Si la propiedad es distribuida a más de una persona, se transforma la sociedad.

El proceso de incorporación de una EIRL es sencillo y ágil.


Por Ana Judith Alma