El día de hoy, también conocido como miércoles de ceniza, está marcado como el inicio de la cuaresma en el calendario litúrgico católico, la cual simboliza el retiro de Jesús en el desierto previo a su ministerio. Hoy inician los cuarenta días de oración, penitencia, ayuno, reflexión y reconciliación, que tienen su fin el Domingo de Ramos. La Iglesia marca esta época para la conversión del corazón.
A pesar de ser un tiempo respetado por muchos católicos, ¿en verdad sabemos el por qué se le denomina miércoles de ceniza al inicio de la cuaresma? ¿Qué simbolizan las cenizas? La celebración de este día para los católicos consiste en ayuno y abstinencia, lo cual es obligatorio para los mayores de dieciocho años y los menos de sesenta. Se realiza, de igual modo, la imposición de cenizas en la frente de los creyentes, las cuales se bendicen previo a su incineración y las mismas provienen de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior.
El uso de la ceniza se debe a la antigua tradición judía de que al hacer algún sacrificio, se cubrían de este polvo. La ceniza representa la consciencia de la nada y la muerte. La imposición de las mismas solo procede cuando es un sacerdote o un diácono que las coloca. Simbolizan el arrepentimiento y la penitencia; es un recuerdo de que la vida en la tierra es pasajera, y que solo habrá vida definitiva en el cielo, ya que después de la muerte el cuerpo se convierte en polvo. Asimismo, es un signo de humildad, ya que “Dios formó al hombre con polvo de la tierra” , hasta que el mismo hombre vuelva a ella, “pues de ella fuiste hecho” .
El uso de la ceniza se debe a la antigua tradición judía de que al hacer algún sacrificio, se cubrían de este polvo. La ceniza representa la consciencia de la nada y la muerte. La imposición de las mismas solo procede cuando es un sacerdote o un diácono que las coloca. Simbolizan el arrepentimiento y la penitencia; es un recuerdo de que la vida en la tierra es pasajera, y que solo habrá vida definitiva en el cielo, ya que después de la muerte el cuerpo se convierte en polvo. Asimismo, es un signo de humildad, ya que “Dios formó al hombre con polvo de la tierra” , hasta que el mismo hombre vuelva a ella, “pues de ella fuiste hecho” .
Por: María José Dosal