Esta semana que se conmemora desde el 2002 el Dia Mundial contra el Cáncer Infantil, recordamos una película que nos marcó profundamente en su época y hoy en día cobra muchos otros sentidos después de su estreno hace ya 22 años.
La partida de un grande (Robin Williams) nos arruga el corazón, pero su actuación en esta película es simplemente mágica. Williams interpreta al famoso doctor Patch Adams. La película basada en la vida real es una biografía sobre Adams que revolucionó a la comunidad médica aplicando singulares terapias consistentes en hacer reír y dar afecto a los pacientes de todas las edades que estaban padeciendo cáncer.
En 1969, Hunter (Patch) Adams es un hombre atormentado que ingresa voluntariamente en una institución mental. Una vez allí, se da cuenta de su propósito de vida, mejorar la salud de las personas. En ese momento anima a los estudiantes de medicina a cultivar relaciones con las enfermeras y también con los pacientes. Que eso hace todo un mundo de diferencia.
Adams empieza una amistad con su compañera de estudios, Carin Fisher (Monica Potter), y desarrolla su idea de una clínica médica en torno a su filosofía de tratar a los pacientes a través del humor y la compasión. Con la ayuda de Arthur Mendelson, un hombre rico que era un paciente que Patch conoció mientras estaba en la institución mental, compra 105 acres (425,000 m2) en Virginia Occidental para construir el futuro Instituto Gesundheit!. Junto con algunos viejos amigos, Patch renueva una vieja casa de campo. Cuando consiguen el funcionamiento de la clínica, tratan a pacientes sin cita previa y sin seguro médico y aplican sus técnicas controversiales de la época.
Williams se junta en la pantalla con otro grande que se ha ido, Philip Seymour Hoffman. Definitivamente los años no pasan en vano. Una excelente película para ver este fin de semana.
Disponible en Netflix